La marca nos indica que podemos utilizarlo para dar una inyección de luminosidad inmediata por la mañana, durante tres semanas como remedio de “cura” cuando veamos que la piel está muy apagada, o, mi favorita, justo antes de aplicar la base de maquillaje.
Entre los ingredientes encontramos siliconas bastante arriba, por esa razón me gusta usarlo a modo de prebase, sentimos un tacto más suave, visiblemente más luminosidad y no me da problemas su uso continuado.
He perdido la cuenta de las aguas micelares que he utilizado y es que son un básico en mi rutina diaria. Esta vez tenemos la Phys-ac agua micelar purificante de A-derma, está indicada para pieles con tendencia acnéica pero aun así no he notado que reseque. Tiene un aroma suave y agradable, y, lo más importante, desmaquilla la piel a la perfección, incluso sombras en crema fijas y máscara de pestañas.
La otra es Cleanance agua micelar de Avene, al que tenía muchas ganas, no tiene parabenos y es también efectiva al desmaquillar, incluso la máscara. Destaco que tiene el mismo olor que la espuma limpiadora matificante.
La crema de manos Ictyane de Ducray la había usado hace tiempo y sigo pensando que es una de las mejores alternativas de farmacia. Incluso la he recomendado a familiares con las manos bastante agrietadas y les tustó el resultado. Destaco que lleva manteca de karité en segunda posición en el listado de ingredientes, no hace falta que diga lo fan que soy del resultado que noto en la piel.
A nivel de cuidado capilar, he cedido el champú de camomila de Klorane puesto que está indicado para cabellos rubios o más claros que el mío. Normalmente los champús de esta marca dejan un brillo muy bonito y no me dan demasiado problema, pero con la dermatitis no arriesgo, el único que no me da problemas seguro es el champú calmante al extracto de peonía.
Y, poniendo el broche final, el champú Initia suavidad y brillo de Rene Furterer. Me gusta el formato porque permite dispensar la cantidad justa, promete aportar suavidad, fortalecer y ser respetuoso con el cuero cabelludo. Tiene un olor cítrico, fruto de algunos aceites esenciales que lleva, como a naranja que me gusta. Hace bastante espuma pero aun así aplico dos jabonadas. La sensación tras aclarar es de cabello limpio y “chirriante”. He visto vital utilizar un acondicionador o mascarilla para desenredar y en parte me ha recordado a la experiencia con el purificante de Morocanoil por el efecto, aunque el de Rene es más suave. No he notado que empeore la dermatitis y una vez seco el aroma perdura.