
El envase es de cristal opaco, aunque si podemos apreciar la cantidad de producto que queda, llevo un gotero que es preciso y facilita la aplicación, con dos o tres gotas es suficiente para todo el rostro y a veces da hasta para parte del cuello. La textura del líquido es densa y una vez depositada sobre la piel se nota algo pegajosa, necesitamos dejarlo reposar un buen rato para que esa sensación desaparezca.
Vamos a verlos por separado y os explico.
No me ha gustado la sensación pegajosa, por la noche no me importa tanto pero si me voy a maquillar tengo que esperar más rato y el tiempo matinal suele ser oro, más aun con el cachorrón correteando a mi lado. El aspecto de la piel es excesivamente luminoso para mi gusto, si me maquillo los brillos aparecen muy pronto, así que aunque mi piel necesita un “extra” a veces este producto no me funciona correctamente. Lo dejé relegado para el uso nocturno pero cuando me levantaba la piel brillaba en exceso, no me salieron granitos pero no me resultaba cómodo. He dejado de utilizarlo. ¿Cómo funcionaría en una piel más seca? No se deciros, quizá ese exceso que noto se viera traducido en lo que una piel con más necesidades demande.