
¿Es peligroso el phenoxyethanol?
Me cabrea, me cabrea mucho como algunos ingredientes que en ciertos países están prohibidos en productos para bebés en España se siguen comercializando a diestro y siniestro, sucede con las toallitas clásicas, por ejemplo, y aunque ahora hay algunas marcas que se van sumando al carro añaden otra serie de derivados del petróleo o ingredientes de dudosa ayuda para los pequeños.
A raíz de quedarme embarazada comencé a empaparme de este tema, hasta entonces andaba muy, muy perdida, quizá porque cuando alguien depende de ti la responsabilidad aumenta y no es lo mismo que lo que utilices sea malo para que a que interfiera también en otra personita. Fue gracias a un artículo de Querida Naiara que di con el blog de Nina Benito viendo una comparativa de algunas marcas muy conocidas que nos dan un poco gato por liebre. En serio, es sorprendente como algunas marcas de toda la vida están llenas de químicos malos y se siguen vendiendo como algo de calidad.
Pero la cosa no quedó ahí y empecé a mirar la composición de casi todo, no tanto en maquillaje como en productos de cuidado facial y corporal, incluso en los perfumes (aunque este aspecto no me preocupe porque rara vez los utilizo directamente sobre la piel), sobre todo en lo relacionado con los niños y los bebés, encontrándome el dichoso phenoxyethanol en muchos geles de ducha, cremas y hasta champús. Me entró una duda enorme, si para los menores de tres años es malo, malísimo, ¿para los adultos no? Entiendo que es un éter que se utiliza como conservante ante las bacterias, pero ¿no hay otras cosas menos dañinas que usar en su lugar?
En mujeres lactantes no se recomienda utilizar este componente puesto que puede pasar al bebé, se ha reconocido que puede producir dermatitis de contacto (lo justo para las pieles sensibles o con esa tendencia, vaya, aunque incluso en productos recomendados por especialistas de la salud para remediar estos males estén presentes, lo siento pero no me inspiran confianza aunque entiendo que ante la desesperación de encontrar algo que te ayude utilices lo que te recomiende alguien que sabe del tema) y hasta puede afectar en cierta medida a las vías respiratorias. No me parece ningún juego, ninguna broma, y cuanto más conozco, más leo, más me informo, más aumenta mi cabreo.
Al ponerse tan de moda ir contra los parabenos muchas marcas lo han utilizado como añadido, me ha sorprendido sobretodo ver que algunas que dicen ser naturales lo llevan, como es el caso de algunos productos de Green People, Korres, Yves Rocher o Bottega Verde (me he quedado ojiplática con las dos primeras). Si los parabenos son malos ¿es mejor añadir el phenoxyethanol? no lo creo, incluso me da menos confianza que los primeros…
Me permito citar un artículo interesante que he visto en naturalsensia respecto al tema donde además nos explican que una vez que este ingrediente lleva la mala fama a cuestas son algunos los laboratorios que lo esconden bajo otro nombre: Arosol, Emery 6705, Bowanol phenoxetol, beta-hydroxyethyl phenyl ether, phenoxyethyl alcohol, glycol monophenyl ehter y rose ether. Son nombres que no me aprenderé de memoria pero que me gusta tener apuntados en algún lado para cuando me da por ojear.
No puedo más que reírme al ver como algunos de los defensores de su uso se escudan en que ese 1% que está permitido utilizar no es una amenaza porque no es tóxico, cancerígeno ni alérgico, ¿es necesario llegar a un extremo tan radical para qué algo sea dañino? Llegados a este punto tengo que mencionar una entrada de Raquel, ¿la cosmética convencional es segura? que invita a reflexionar, igual que es mi intención con todas estas líneas aunque tengan cierta carga de indignada.
Cada vez se me presentan más dudas, más preguntas sin respuestas, y aquí sigo, escribiendo porque no puedo hacer otra cosa para quejarme, e intentando aprender a cuidar un poco más los ingredientes que utilizamos. La verdad es que este aspecto lo estoy cuidando muchísimo con las cosas que voy comprando para el cuidado del bebé y yo misma he dejado de lado cremas, geles o champús que llevan este ingrediente porque me dan cierto miedo.
Aunque a la vez se me crea una nueva duda, si se pone de moda el “sin fenoxietanol” ¿qué otra mierda nos meterán en su lugar? Así que para ampliar mi punto de vista y tener otro de gente profesional en el tema me animé a preguntar la opinión de dos personas a las que respeto mucho como profesionales y las que sigo desde hace bastante tiempo.
Ana, de cosmética a medida, es una mujer a la que directamente admiro, me resulta interesante lo que escribe y me fascina como crea sus propios, además, por lo que veo en toda la gente que los utiliza con buen resultado y se que algún día me dejaré caer en sus manos. Saber que ella pone todo el mimo del mundo en personalizar los tratamientos me hizo preguntarle respecto a la preocupación que me despierta el fenoxietanol. Me aclaró que ella no lo utiliza porque da muchas reacciones alérgicas, esto no hace más que añadir ese plus al miedo que yo le tenía y estoy cada vez más segura de que quienes tenemos descamación, dermatitis, en el cuero cabelludo u otra zona deberíamos evitarlo para curarnos en salud, así que en los bebes y niños pequeños mucho más por lo sensibles que son. Pero a la vez también me abrió los ojos al comentarme la limitación que había ahora a la hora de utilizar opciones para conservar los cosméticos, que con la mala fama de los parabenos todo se ha limitado muchísimo y al final se utilizan los mismos conservantes casi todo el tiempo, por lo que en realidad la cantidad que nos ponemos encima es mayor de la que se debería. Nunca he sido muy radical “anti parabenos” y tras la conversación con Ana me doy cuenta de cuanto mal hace tantas veces la desinformación, porque veo que es casi más perjudicial el uso del phenoxyethanol por lo que puede llegar a irritar que los parabenos en si.
Ana me explica que ella utiliza a modo de conservante el Fenetil alcohol glyceril glycol, que es eco, y como este sería molesto en la zona de los ojos para los contornos pentylene glycol con imidazolidinyl urea, puesto que funcionan en conjunto. Insisto de nuevo en la admiración que despierta el mimo y el cuidado que pone esta mujer en todo lo que hace, como se preocupa por ofrecer lo que la persona necesita de la mejor manera.
También hablé con Cristina, cosméticos al desnudo, uno de mis blogs de cabecera cuando se trata de desgranar temas de ingredientes y desmitificar muchas cosas, siempre aprendo algo nuevo. Me habla desde su punto de vista personal diciendo que en la zona del pañal de los niños ella la evitaría porque es mayor la sensibilidad (muchísimas, muchísimas cremas para esta zona llevan el dichoso ingrediente), pero que en adultos u otras zonas no se preocuparía. Me ha dado también otras opciones de conservantes más naturales destacando los que le gustan, como son el Potassium sorbate, Sodium benzoate o Ehtylhexylglycerin. Ella deja pendiente escribir un artículo respecto al fenoxietanol que estaré deseando leer y os dejaré linkado por aquí cuando llegue el momento.
Y hasta aquí estas reflexiones, no se si os ha parecido un ladrillo infumable o quizá os haya interesado el tema. Todo lo que digo, mi cabreo, mi indignación, es simplemente una opinión persona que me he formado al ir leyendo y recabando información al respecto. Me gustaría mucho que me digáis en los comentarios que impresiones tenéis o si hay alguna persona entendida en el tema será un placer añadir lo que opina en esta misma entrada.
¿Hay algún ingrediente en particular qué os traiga por la calle de la amargura? ¿Qué pensáis ahora del phenoxyethanol?