La textura es ligera, se pueden aplicar varias capas en caso de que sea necesario o insistir en puntos determinados que precisan de más cobertura, es modulable. La cobertura es media aunque si la aplicamos con los dedos y en poca cantidad podemos conseguir un acabado más suave, ese punto me gusta porque unifica pero casi es como si no llevaras nada.
El aspecto que deja en la piel es “elegante”, no acartona, no es una base pesada, se lleva fácilmente hasta cuando hace más calor, algo si transfiere pero casi no se nota. Lo veo sobre todo en la zona de la nariz porque por manía es la parte que más toco y cuando me voy a desmaquillar sigue quedando base, tampoco se parchea con el paso de las horas y el color inicial que se consigue es el que llevaremos, no se oxida como sucede con algunas base de Mac, por ejemplo.
Aun utilizándola días seguidos no he notado los poros más sucios y no me han salido granitos. Tiene spf10, muy bajo y en realidad no entiendo porque se lo han añadido, los días de sol veo vital aplicar debajo un protector solar en condiciones. Aun así no blanquea en fotografía, eso si, tener cuidado con los polvos que utilicéis para sellarla porque pueden cambiar ese efecto.
No es imprescindible sellarla pero por comodidad prefiero hacerlo, de esa manera he estado más de doce horas con ella y lo único que necesita es un pequeño retoque en nariz y quizá la frente que se soluciona con papeles matificantes, por ejemplo.
El único “pero” que le pondría a todo lo que promete es que está indicada para todo tipo de pieles y considero que en las secas puede acentuar esas zonas mucho más, puesto que cuando he tenido alguna pielecita en la nariz lo noto. Pero para pieles normales, mixtas y grasas la veo como una alternativa estupenda, en su día me encantó la perfect refining foundation de Shiseido pero ahora mismo he caído rendida a la de Lauder porque me ofrece mejor control de brillos. De todas formas, si os interesa creo que es importante que os den una muestra o tengáis ocasión de probarla, tanto para dar con el tono exacto como para ver que tal se asienta sobre vuestra piel y si da el resultado que buscáis, al final cada una somos un mundo.
A la hora de aplicarla lo hago indistintamente con los dedos, brochas tipo F80 y F82 de Sigma, una mofeta, con esponjas con la de Real Techniques o la Beauty blender o con la setting brush. Por comodidad me gusta con los dedos, insisto en las zonas que necesito, con delicadeza doy pequeños toques en la nariz tapo correctamente los poros y no por ello me da más grasa, cosa que si sucede con otras bases.
El formato de tubo de 30 ml es cómodo e higiénico, aunque cuando la guardo siempre lo hago boca arriba para que no salga a chorro, cosa que me sucedió las primeras veces e imagino que es porque al estar en esa posición el producto hace “fuerza”. La boquilla no es demasiado grande y al apretar dosificamos la base correctamente.
He visto que su precio ronda los 28 € – 39 €, por lo que es importante comparar, y aunque está disponible en diez tonos creo que en España nada más se comercializan seis. Tiene una fecha de caducidad de 24 meses una vez abierta, tiempo más que suficiente para gastarla. Aunque me cuesta ser fiel a una base de maquillaje porque me encanta ir probando otras, por el momento es la que más me ha convencido y se ha ganado un puesto de lujo, para piel grasa no he probado aun nada mejor y por el momento repetiré con ella.