
El agua de colonia de Farline era una apuesta segura, me gusta utilizar colonias frescas de niños, de las de toda la familia, de vez en cuando. El formato de 100 ml es generoso y permite probarlo bien. El aroma es agradable y perdura lo que las colonias de este tipo.
Un colutorio de Perio-aid, no confío demasiado en utilizarlos y cuanto más hablo con personas que se dedican a tratar la salud dental más me explican que este tipo de productos no hacen demasiado. Tiré el bote, 5-10 ml que van bien para probarlo pero no más, cumple su función como otros enjuagues.
La muestra de esa base de Avene no me ha dado para más, viene en un sobrecito que no he utilizado ya que la tenía repetida de otra caja.
El agua micelar de Sabina era lo que más me llamó la atención, tamaño venta, 200 ml, y con vid roja de origen ecológico. Tenía muchas papeletas para ser un producto “estrella”, pero no retira bien la suciedad de la piel, mucho menos el maquillaje, el aroma no es demasiado agradable, deja sensación pegajosa y pica muchísimo en los ojos. De todo lo que he probado en estas cajas la mayor decepción.
El dermablend de Vichy tenía unas ganas locas de probarlo, son 10 ml y viene con una espátula para dosificar el producto, imagino que es tamaño muestra (que alguien me corrija si no). El tono que recibí es el 35 sand, tira un poco a amarillo lo que me va perfecto, la cobertura no es demasiado alta pero deja un aspecto bonito. No acartona y tiene buena duración sobre la piel.
A la izquierda dos imágenes de mis ojeras tal cual, a la derecha podéis ver el resultado de aplicar una capa muy fina del dermablend, no he añadido polvos de acabado para no alterar la cobertura y que lo veáis tal cual.
Esta caja no estuvo mal ya que el dermablend y el agua micelar casi compensarían, que me gusten o no ya es otro tema.
En la siguiente bastante más floja, el mejor producto fue uno de los que elegí ya que el resto son tallas muy pequeñas y de haber pagado lo que cuesta la caja me estaría tirando de los pelos. La crema de manos de Eucerin, 50 ml, de textura densa pero con buen resultado. Soy una enamorada de la marca.
Una galleta para picar entre horas de chocolate, de la marca Siken form, rica porque soy un bicho raro y todo este tipo de productos me gustan, pero ni frío ni calor. Una mini talla de un champú suave de Svenson (no marca la cantidad que trae) que no he utilizado porque intento no alternar demasiado para no empeorar la descamación, como mucho me daría para una jabonada con la cantidad de pelo y el largo que tengo.
Un botecito de cristal de 4 ml con gotero del reparador de ADN de Sesderma, Repaskin mender, agradable la sensación de hidratación que deja en la piel, están indicado para contrarrestar los efectos del sol, al utilizar factores de protección solar durante todo el año creo que ese punto lo tendría cubierto. Es muy poca cantidad y no he notado nada más allá de que sea fácil utilizarlo.
Y 5 ml de la crema de pies absorción inmediata de Neutrógena. Este producto me ha venido en las dos cajas posteriores, uno de los aspectos que os comentaba al principio, aunque me ha gustado me hubiera agradado mucho más probar cosas distintas.
Otra caja más, en esta me tocó cambiar de productos que estaban agotados y eso que miro el email sobre las diez de la mañana. Como os decía la crema para pies de Neutrógena de nuevo, el bálsamo labial de Carmex lo elegí porque en realidad no sabía que más pedir, lo he utilizado en alguna ocasión y me gusta. Pedí el agua termal de Avene en el formato normal como apuesta segura, 150 ml, porque no había otra alternativa más interesante, al final empezaba a ojear las tallas un poco más grandes para no tener el chasco enorme de la caja anterior.
Las toallitas de Hidraven no están mal, vienen muy impregnadas y retiran el maquillaje suave, aunque el aroma es intenso no irritan los ojos. La sensación en la piel no es desagradable, no suelo utilizar este tipo de producto, prefiero mi doble limpieza, las usé para comentaros y no sería necesario lavarse después la cara porque no queda ese efecto pegajoso, aunque yo si lo recomendaría (manías de limpieza). Y tres pequeños pasos de un tratamiento de Lierac que no he utilizado.
La última caja, la odisea, tres veces cambié de productos a elegir, optando al final por la talla de 50 ml de agua termal de Avene y el Carmex como apuesta segura. Nuevamente una talla pequeña del champú de Svenson y la crema para pies de Neutrógena, la única novedad fue una hidratante facial antiarrugas de NeoStrata, biónica, que no he utilizado, 15 ml.